Pensamiento CristianoJosé M. Martínez y Pablo Martínez Vila
  Inicio   Libros   Folletos   Tema del mes   Sermones   Conferencias   Otras publicaciones   Semana Santa   ¡Participe!  
Inicio » Tema del mes » Noviembre 2015 - El tweet más importante de tu vida |
 
Centenario del nacimiento de D. José M. Martínez,
fundador de «Pensamiento Cristiano»
Leer la noticia   |   Visitar web Memorial
 
POR AUTOR >
José M. Martínez
Pablo Martínez Vila
POR TEMA >
Apologética y Evangelización
El Cristiano, la Sociedad y la Ética
Familia y Relaciones Personales
Fin de Año / Año Nuevo
Navidad
Psicología y Pastoral
Semana Santa
Vida Cristiana y Teología
AÑO 2023 >
AÑO 2022 >
AÑO 2020 >
AÑO 2015 >
Diciembre 2015
Navidad: la celebración de una historia “increíble”
Noviembre 2015
El tweet más importante de tu vida
Ene/Feb 2015
El amor sólido en una «sociedad líquida»
AÑO 2013 >
AÑO 2012 >
AÑO 2011 >
AÑO 2010 >
AÑO 2009 >
AÑO 2008 >
AÑO 2007 >
AÑO 2006 >
AÑO 2005 >
AÑO 2004 >
AÑO 2003 >
AÑO 2002 >
AÑO 2001 >
 
Noviembre 2015
Apologética y Evangelización
Imprimir Tema del mes

El tweet más importante de tu vida

«El justo por la fe vivirá»

El justo por la fe vivirá: una frase, seis palabras, lo que hoy llamaríamos un “tweet”, constituyen el resumen por excelencia de la Reforma y una síntesis del Evangelio. De ahí el título de esta reflexión: “El tweet más importante de tu vida”. Este texto se repite cuatro veces en la Biblia (Hab. 2:4; Ro. 1:17; Gá. 3:11; Heb. 10:38) lo cual ya nos da a entender que estamos ante un principio realmente importante: la fe es esencial para la vida.

Este versículo fue el motor espiritual y teológico de la Reforma. Durante la preparación de un sermón sobre la epístola de Pablo a los Romanos, Lutero tuvo una experiencia llamada “Experiencia de la torre” en el año 1519. Escribe Lutero al respecto:

“Al fin por la misericordia de Dios, meditando dia y noche en este versículo (El justo por la fe vivirá) sentí que nací completamente de nuevo y que había entrado al Paraíso mismo atravesando sus puertas abiertas. En este momento se abrió delante de mí un nuevo rostro de las Escrituras”.

Con esta frase estamos a la vez ante un compendio formidable del Evangelio y la semilla bíblica que dio lugar al gran avivamiento de la Reforma con todas sus consecuencias espirituales y sociales. No es exagerado afirmar, por tanto, que estamos ante el mensaje corto -el tweet- más importante de la vida.

Para entender bien este mensaje vamos a compararlo con un árbol: tiene un tronco -«por la fe»- el meollo del árbol, y dos grandes ramas, las consecuencias vitales: «el justo» - «vivirá».

Veremos en especial el tronco y, algo más someramente, las dos ramas:

POR LA FE

Constituye el meollo del texto, el tronco del árbol.

¿Qué es la fe?

La fe cristiana no es un asunto de creer en algo, sino de creer en Alguien. La pregunta clave no es qué creemos, sino en Quién creemos. Decía el apóstol Pablo: Yo sé a quién he creído (2 Ti. 1:12). El objeto, el destinatario de la fe es un ser vivo, el Dios personal revelado en la Biblia y encarnado en Jesucristo, no una fuerza abstracta o impersonal. Creer es mucho más que tener una creencia.

¿En qué consiste en la práctica esta fe? La fe implica tres pasos. Son exactamente los pasos de toda relación de amor y se corresponden, a grandes rasgos, con la experiencia espiritual de Lutero y las conclusiones que cimentaron la Reforma: Sola fide (Sola fe); Sola Sciptura (Sola Escritura), Sola gratia (Sola gracia).

  • La fe es conocer
  • La fe es confiar
  • La fe es comprometerse

Estos tres pasos progresivos, propios de una relación de amor, los encontramos también en la fe cristiana:

La fe es CONOCER a Dios a través de su Palabra

Al cristiano le es dado el privilegio singular no sólo de creer en Dios, sino de conocer a Dios. Hay un elemento imprescindible de experiencia vital, personal. Ello es así porque la fe no es sólo una ideología (no somos cristianos culturales), o sólo una religión (dogma y ritos), la fe es sobre todo una relación: una relación personal con Cristo. Para el creyente Dios no es un “ello”, ni tampoco un “él”, Dios es el “tú” cercano tan bien descrito en la primera frase del Padrenuestro: Padre nuestro que estás en los cielos... (Mt. 6:9). Por así decirlo, la fe nos permite hablarle de tú a Dios. Jesús lo resumió en esta frase tan decisiva: Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti el único Dios verdadero (Jn. 17:3).

¿Cómo podemos conocer a Dios? A Dios lo conocemos, de entrada, por su revelación verbal, la palabra escrita. La experiencia espiritual del cristiano arranca de la fe en la Palabra (Sola Scriptura), la convicción plena de que la Biblia es palabra de Dios. Este fue el primer paso de Lutero: se aplicó en leer y leer la Biblia, en especial la epístola a los Romanos.

La fe es DESCUBRIR la gracia de Dios en Cristo y apropiarse de ella

El conocimiento va seguido de la confianza, la fe en la Palabra lleva a la fe en la gracia (Sola gratia). Toda relación de amor implica confianza. Éste fue el segundo paso en la experiencia de Lutero (como ampliaremos después). La revelación de Dios alcanza su máximo esplendor en Cristo, la Palabra por excelencia, el Verbo. Cristo es la imagen del Dios invisible (Col. 1:15). Descubrir y apropiarme de la gracia de Dios en mi vida supone confiar en que Cristo no sólo murió, sino que murió por mí. La gracia de Cristo en la cruz es el centro y clímax de la fe. Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe... considerad (descubrid) a aquel que sufrió tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo (Heb. 12:2-3).

La fe es RESPONDER al amor de Dios en Cristo con mi amor

La confianza lleva al compromiso, el tercer elemento necesario en una relación de amor. La cruz de Cristo me hace entender que Dios ya ha dado el primer paso y que ahora me toca a mí responder. En este sentido, el cristianismo es lo opuesto a una religión: cualquier religión va de abajo arriba, es el conjunto de esfuerzos que el ser humano hace por llegar a Dios; la fe cristiana es exactamente lo opuesto: va de arriba abajo, es el conjunto de esfuerzos que Dios ha hecho por llegar al hombre.

Un ejemplo histórico de este compromiso que nace en respuesta al amor de Dios lo encontramos en el conde Nicolaus Ludwig von Zinzendorf (siglo XVIII), quien se sintió profundamente impresionado por un cuadro de Domenico Fetti, una imagen de Cristo crucificado, con una inscripción al pie que decía: “Esto hice yo por ti, ¿qué has hecho tu por mí?”. En respuesta a esta pregunta la vida de Zinderdorf cambió y fundó la comunidad de los Hermanos Moravos, un movimiento de despertar espiritual con gran influencia en su época.

EL JUSTO

La primera consecuencia de la fe es que nos hace justos delante de Dios. Estamos ante la primera gran rama del árbol.

El apóstol Pablo lo expresa en términos muy positivos: Justificados pues por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Ro. 5:1). La fe produce una limpieza moral imprescindible por cuanto no hay justo, ni aun uno (Ro. 3:10), todos somos pecadores. Ahí está uno de los puntos clave de la Reforma: la gracia nos limpia del Pecado por un mecanismo de transferencia. Lutero lo llama “el dulce y maravilloso intercambio”: al creer, el pecado se transfiere a -se carga sobre- Cristo y la justicia de Cristo es transferida al pecador. Por la fe el pecador es declarado justo, aunque todavía no es perfecto (simul justus et peccator).

Además, muy importante, la justificación ante de Dios nos capacita para vivir justamente- con justicia-ante los hombres. Al elemento moral y personal le sigue la dimensión social y comunitaria de la fe. El orden es importante: la auténtica justicia empieza por la justificación ante Dios. La ética cristiana arranca, nace de la fe, no es un mero humanismo que busca construir al hombre a partir del hombre. La justicia entre los hombres sólo es posible a partir de la justificación ante Dios.

VIVIRÁ

La segunda consecuencia de la fe es la vida. ¡Ahí es nada! La fe genera vida. En la segunda gran rama hallamos una promesa de vida, por tanto una palabra de esperanza. ¡Qué importante es tener esperanza en un mundo que anda a tientas en medio de tanta oscuridad!

La fe es esencial para la vida aquí y ahora, pero también en el más allá, después de la muerte. Veamos en más detalle cuán fecunda es esta rama.

Vida aquí y ahora: plenitud de vida

Dijo Jesús en una de sus citas más memorables: He venido para que tengan vida y vida en abundancia (Jn. 10:10). La palabra «abundancia» en el original significa superior, óptima, una vida de calidad.

Tres ejemplos nos ilustran cómo Jesús da plenitud de vida:

  • La fe en Cristo ilumina.
    Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas... (Jn. 8:12).
    Su luz proporciona un profundo sentido de la vida y da significado a la persona (identidad). Sustituye el desesperanzado grito vanidad de vanidades, todo es vanidad (Ec. 1:2) por un exultante “plenitud de plenitudes, todo es plenitud”, en acertada expresión de Unamuno.

  • La fe en Cristo transforma.
    Si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas (2 Co. 5:17).
    Su poder ha cambiado y sigue cambiando las vidas de millones de hombres y mujeres. En frase del conocido cantante Bono de U2, “no me cabe en la cabeza que un hombre ordinario, o un enfermo, haya transformado la vida de tantas personas”.

  • La fe en Cristo restaura.
    Mi gracia te es suficiente pues mi poder se hace perfecto (completo) en la debilidad (2 Co. 12:9).
    Su gracia da fuerzas y restaura a los más débiles, a los pobres en su sentido más amplio. Jesús ha sacado del pozo de la miseria existencial a miles de marginados de la sociedad porque Él nunca quebrará la caña cascada ni apagará el pábilo que humea (Is. 42:3).

La fe en Cristo vivifica personas, pero también transforma la sociedad. El mejor ejemplo es el que hoy estamos conmemorando: la Reforma Protestante. Sobre todo por la difusión de la Biblia -la espada afilada que destruyó oscurantismos medievales- tuvo una gran repercusión en la sociedad de su tiempo y también en los siglos posteriores. Por cierto, ésta es una asignatura pendiente en la historia de España: no haber tenido nunca la extraordinaria influencia de la Biblia sobre la cultura y la vida del pais. Con la Reforma todas las esferas de la vida, incluyendo la economía y la política, recibieron el impulso de una fe viva y renovada. Testimonio histórico de ello nos lo dan músicos como Bach, Mendelssohn y Händel, pintores como Durero y Rembrandt, y una larga lista de científicos, filósofos y políticos que experimentaron la plenitud de vida que da la fe.

Vida en el más allá: la vida eterna

La vida que surge de la fe no se acaba aquí, sigue después de la muerte. De hecho, es entonces cuando alcanza su cenit, su máximo esplendor.

Jesús dijo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió (Dios), tiene vida eterna; y no vendrá a condenación pues ha pasado de muerte a vida (Jn. 5:24). Trascendentales palabras, una promesa de vida eterna. Mi destino eterno después de la muerte depende de este tweet: la fe es esencial para la vida aquí, pero sobre todo para la vida en el más allá. De ahí nuestro título: El tweet más importante de tu vida. Préstale atención, medita en él.

No quiero concluir con mis propias palabras, sino con las de Jesús mismo, con una cálida metáfora, una invitación a cenar juntos:

He aquí yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo (Ap. 3:20).

Jesús no fuerza la puerta; espera a que yo la abra. Si así lo hago, comienza esta relación de amor, esa fe que nos hace justos y que nos da vida para siempre.

Pablo Martínez Vila
 

De este artículo están disponibles las siguientes traducciones:
Versión en inglés / English version
Versión en holandés / Nederlandse versie

Sermón en audio

Predicación del Culto de la Reforma, Madrid, 31 de octubre de 2015.


Copyright © 2015 - Pablo Martínez Vila

Ver otros Temas del Mes de Apologética y Evangelización

 

Imprimir Tema del mes

Para imprimir este Tema del mes, haga clic aquí Imprimir Tema del mes.

También se ofrece la posibilidad de imprimir todos los Temas del mes de un año en un solo documento:
Temas del mes del año: 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013.

 

Copyright

Los Temas del mes, como todo el material en la web de Pensamiento Cristiano, tiene el copyright de sus autores. Pero se autoriza la reproducción, íntegra y/o parcial, de los Temas del mes, citando siempre el nombre del autor y la procedencia (https://pensamientocristiano.com).

 
ESPECIAL SEMANA SANTA >
«“Las Siete Palabras” en la cruz: El sermón supremo de Jesús»
Sermón en audio
«La cruz de Cristo en su perspectiva bíblica»
Tema del Mes
ESPECIAL CENTENARIO >
Web Memorial de D. José M. Martínez
Libros de D. José M. Martínez
Artículos de D. José M. Martínez
Sermones de D. José M. Martínez
La teología de José M. Martínez sigue viva, cien años después
El hueco vivo del silencio
NUESTRA WEB EN OTROS IDIOMAS >
en inglés:
CHRISTIAN THOUGHT
en holandés:
CHRISTELIJK DENKEN
BOLETÍN DE NOTICIAS >
Suscribirse al boletín de noticias
DONATIVOS >
¡Apoye a Pensamiento Cristiano con un donativo...!
Copyright © 2001-2024 - Pensamiento Cristiano
Aviso Legal - Política de Privacidad - Política de Cookies

Este sitio web utiliza cookies para obtener datos estadísticos. Las cookies de este sitio web nunca almacenerán datos personales. Si continúa navegando por este sitio web, entendemos que acepta el uso de cookies.
Ver nuestra Política de Cookies
Entendido