Tres palabras con un contenido ingente. La petición más breve del Padrenuestro guarda una estrecha relación con la anterior, pues el advenimiento del reino de Dios es una forma de santificar su nombre.
El Dios cercano –Padre nuestro- es también Rey soberano. El reino de Dios se encarna en Cristo con sus valores esenciales: la justicia, la paz, el gozo. Promover y vivir de acuerdo con estos valores es una prioridad para el cristiano (Mt. 6:33). Si de verdad oramos “venga tu reino a mi vida”, las consecuencias pueden ser revolucionarias en lo personal y en lo social...
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